Aquí estamos y aquí nos quedamos [manifiesto 3 de febrero de 2024]
No hay peor autoritarismo que aquel que se expresa a través del silencio, que se impone renegando del diálogo, del acuerdo, que rehuye el conflicto y, de manera cobarde, se esconde detrás de su posición de poder. Ese autoritarismo es el mismo que no te va a desahuciar por la fuerza de tu casa, que no te va expulsar por la fuerza de tu barrio, que no te va robar por la fuerza tu ciudad. Ese autoritarismo del silencio se vale de otros medios. Por eso, te va a condenar a alquileres imposibles, a barrios sin viviendas, a calles sin vecinas.
Tu ciudad ya no es tu casa, ya no la reconoces. Te han expulsado porque no has desembarcado desde un crucero, porque no vas de borrachera en borrachera en las despedidas de soltería, porque tu trabajo no es tan guay como el de esos nómadas digitales de 2.5000 euros mensuales, porque no te puedes pagar un Airnbn ni papá o mamá te metieron en el negocio inmobiliario.