Mientras vemos como cada día que pasa en esta ciudad se destruyen poco a poco, todos los vínculos, afectos y singularidades (subida de precios del alquiler, invasión del espacio público, eliminación de comercios locales, desaparición de espacios de convivencia), es decir, de las condiciones que hacen posible habitarla. Sigue muy viva una fuerza invisible que no se conforma con este atropello y construye día a día, en cada gesto cotidiano, otra forma de vida, otra ciudad. Pero esta es una fuerza vulnerable y frágil, como cada una de nosotras. La fragilidad es parte de lo que nos constituye: la precariedad, la inestabilidad, la incertidumbre; pero al mismo tiempo, es nuestra mayor fuerza. La potencia de la espontaneidad, la experimentación, la alegría y la inventiva.
El malestar de nuestro tiempo y de nuestra ciudad tiene mucho que ver con esto (estamos siendo expulsadas, precarizadas e individualizadas); politizar este malestar y pensarlo en común es el reto que tenemos para poder construir una ciudad que se base en el cuidado (entre nosotras y con el resto de seres vivos) y la alegría de vivir juntas.
Se siguen sucediendo los ataques y el acoso a La Invisible por parte de un Ayto. que está destruyendo la ciudad vaciándola de habitantes, donde solo permiten espacios para el espectáculo y la mercancía. Nosotras seguimos ampliando las formas de democracia, haciendo cultura en contacto con lo social, inventando otras formas de vida, construyendo una ciudad al servicio de quien la habita. Por eso exigimos hoy más que nunca #CesiónYa. #LaInviSeQueda porque #MálagaNoSeVende.
Ven, súmate, propón, participa, a distintos ritmos y con distintas intensidades, todas tenemos espacio. La #GestiónCiudadana es contigo, eres tú.