Agentes de la policía local se han personado esta mañana con orden de cerrar el patio del inmueble, pese a que cumple todos los requisitos técnicos para actividades de libre concurrencia.
Alrededor de las 13:00 del 21 de marzo, al menos cuatro agentes de la policía local, vestidos de paisano, se han personado en La Casa Invisible con orden «de ejecutar el cierre cautelar del inmueble», como han explicado. Tras una larga conversación con los responsables jurídicos del centro social, los agentes han abandonado el edificio.
El cierre cautelar al que hacían referencia fue emitido hace tres años por el Ayuntamiento, y únicamente era válido para actividades de libre concurrencia, toda vez que el inmueble, del siglo XIX, no está completamente adaptado a la normativa sobre evacuación y otras medidas.
A raíz de ello, La Casa Invisible realizó todas las actuaciones pertinentes, de manera que en la actualidad el patio del inmueble sí cuenta con todos los certificados para este tipo de actividades.
Por tanto, con este intento sorpresivo de cierre, queda claro que el Ayuntamiento de Francisco de la Torre persigue prolongar el bloque actual y no ejecutar los acuerdos de cesión que él mismo firmó y que a principios de legislatura anunció que estaban ya ultimados. Con es sabido, hasta que no se lleve a cabo la adjudicación del inmueble, no es posible iniciar las obras rehabilitación, para las que La Invisible ya cuenta con un proyecto en manos de alcalde. Estas misma semana, de hecho, el centro social anunciaba estar en disposición de adelantar los 150.000 euros necesarios para acometer la primera fase.
Resulta evidente que la intención del gobierno municipal es impedir el acondicionamiento del edifico para más tarde aducir su deterioro como justificación de un posible desalojo. Justo esta semana La Invisible ha hecho público el resultado de la la Inspección Técnica de Edificios, que acaba de certificar que el inmueble de calle Nosquera es «seguro y estable», en buena parte gracias a las actuaciones de la propia Invisible, forzada por la desidia municipal.
La actitud del gobierno contrasta con el contundente mensaje que la ciudadanía envió al alcalde pasado 10 de marzo, cuando miles de personas se manifestaron en Málaga para exigir ya la cesión de uso del inmueble. El intento de desalojo de esta mañana pone de manifiesto la incapacidad política de De la Torre para responder a las demandas ciudadanas. El alcalde, desde el momento en que ha tomado la decisión de presentarse otra vez a una posible reelección, ha preferido abandonar el diálogo y el cumplimiento de los acuerdos rubricados con su firma para someterse al chantaje de Ciudadanos, sin cuyo apoyo no pude gobernar.
Ignoramos cuál será la próxima ocurrencia del gobierno municipal para no asumir una cuestión meramente política, sobre todo cuando una multitud de vecinas y vecinos de Málaga se ha hartado de la mercantilización de su ciudad y de ser tratados como pura mercancía. El derecho a la ciudad pasa por defender La Casa Invisible. El día que De la Torre lo comprenda, también entenderá por qué patio de La Invisible sigue lleno de vida y cooperación a pesar de amenazas y actuaciones como las de esta mañana.