MANIFIESTO CADENA HUMANA | 12 FEBRERO DE 2022

Esta no es sólo una cadena que protege y que defiende. Es también una cadena que cuida y que abraza. Esta es una cadena tan sólida como firme, una cadena irrompible, que nadie lo dude, pero nunca una cadena rígida. Claro que no, porque su fuerza no reside en cada uno de estos eslabones, sino en lo que cada uno de ellos sabe que puede conseguir cuando se une, cuando se aferra, al que tiene al lado. Esa es nuestra fuerza: los encadenamientos que surgen entre nosotrxs.

Esta es una cadena humana hecha de manos, vísceras y corazón, justo lo que les falta a los depredadores de nuestra ciudad. Esta es una cadena que hoy grita que La Invisible no se desaloja, pero que, en realidad, grita mucho más. En cada uno de estos eslabones, de estos cuerpos y estas voces, anida el convencimiento de que otro modelo de ciudad es posible, por justo y necesario. La Invisible es la prueba de ello, una de tantas, un eslabón más en esa cadena de instituciones ciudadanas que, moleste a quien moleste, se escapan a la rigidez de quienes entienden las cadenas de otra manera: cadenas-grilletes, cadenas que apresan, que ni protegen ni abrazan, cadenas que no se componen, eslabón a eslabón, con quien tienen a su lado. Cadenas tan rígidas que al más mínimo golpe se parten en dos.

Y eso es La Invisible, el golpe que parte en dos su modelo de cultura-espectáculo, de centros históricos sin historia ni gente, de vecinas y vecinos expulsados, de creadoras sin espacio, de arte encerrado, de libertad cercenada, de individualismo y especulación.

Nuestros encadenamientos no aprisionan, sino que liberan. Y por eso a veces generan desconcierto en los poderosos, porque es una cadena de afectos, acciones y experimentaciones indisciplinadas. Son encadenamientos sin miedo porque la fragilidad se entrelaza formando una cadena irrompible que se extiende mucho más allá del perímetro de La Invisible y sus alrededores.

Es una cadena de alegría y potencia contagiosas, porque estos eslabones son también invisibles, y han estado siempre aquí protegiendo y cuidando lo común a cada paso. Llevan aquí quince años, quince años de cultura libre, deseo de la multitud, potencia de la cooperación, quince años demostrando que esta Málaga, la que no queréis ver, es una realidad encadenada a la ciudad y a otras formas de vida posibles. La Invisible forma hoy una cadena para defenderse, pero también para mostrar todo lo que puede desencadenar.

Encadenadxs #SomosIndesalojables
Málaga, 12 de febrero de 2022